Extraños momentos que fingen ser de alegría, noches que no tiene remedio, que no tienen salida.
Noches que ya no encuentran sabor, ni besos en las esquinas, que no encuentran rastros de ese amargo trago que alegra un momento de tu vida.
Silencios ocultos que se terminan con alegrías pasajeras, con alegrías que solo por un instante llegan y se van como el tiempo en la vida.
Sensaciones extrañas que llegan sin ser vistas, miradas que ocultan tantas palabras que salen a la luz cuando crees que están realmente escondidas.
Uno no pretende esconder amor, ni encerrarse en la soledad, solo intenta interpretar aquellas sensaciones, que solo salen de nosotros cuando se transforman en una cruel verdad.
Los silencios son tan cobardes que se esconden en nuestras mentes, haciendo pedazos a la razón y al corazón.
Los silencios son tan cobardes que se esconden en nuestras mentes, haciendo pedazos a la razón y al corazón.
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